martes, 3 de junio de 2008

Resignación

Resignación ante la vida.
Resignación por vivir a veces lo que a uno le ha tocado sin pedirlo.
Resignación por perder muchas veces la batalla.
Resignación por ser quien soy y no quien quisiese ser, a pesar de querer ser siempre uno mismo.
Resignación por la muerte de mi padre.
Resignación por estar bajo el domino de unos pocos poderosos.
Resignación por llegar tarde muchas veces a donde uno hubiese tenido que llegar antes.
Resignación por no tener los cojones suficientes para hacer las cosas de otra forma.
Resignación por las guerras.
Resignación por tener que pagar por la barra de pan más de un euro.
Resignación por la muerte de mi prima.
Resignación por tener que trabajar para poder comer.
Resignación por entregarle solamente mi sueldo casi íntegro a una tal hipoteca.
Resignación por vivir con miedo.
Resignación por los muertos inocentes.
Resignación porque un día creí que era libre y nunca lo fui.
Resignación por la muerte de aquel
amigo.
Resignación por ser cobarde.
Resignación por pensar muchas veces más de la cuenta.
Resignación por no tener cerca a tantos y tantos que aprecio.
Resignación por oír día tras día a mis representantes políticos tontería tras tontería.
Resignación por todo lo que perdí en el camino.
Resignación por desconocer que me deparará el mañana.
Resignación por la muerte de aquel conocido.
Resignación por creer un día que la iglesia era buena.
Resignación por no poder ver nunca nada bueno en la televisión.
Resignación por tener que compartir tantos ratos con el mal.
Resignación por tener que aguantar casi a diario a tantos idiotas.
Resignación por la mierda de Leyes que yo nunca puse, donde a menudo manda más el dinero que el sentido común.
Resignación porque algún día moriré.
Resignación por no haber sabido escribir algo mejor.
Resignación.

Y aun así, juro que estoy lleno. O casi lleno.

3 comentarios:

nomolamos dijo...

comparto esas resignaciones en la que el poder humano no tiene nada que hacer, a otros me niego en rotundo.
Naci peleona y peleare siempre por cambiar lo que no me gusta.
un beso,

Unknown dijo...

como nos suban la jornada a las 65 horas como permiten los socialistas ya veras como si nos va a hacer falta resignación.

Anónimo dijo...

Salva, tú no eres de los que se resignan... hay que seguir luchando y sentirse libre, cada uno a su modo. Por ejemplo: escribiendo en un blog :>.