domingo, 29 de noviembre de 2009

Otro Más



Un coche negro aparcado en cuesta. Una fiambrera o similar. Unos amigos que se encuentran y charlan junto a él sobre vete a saber qué. Una pareja que llega y pide permiso para entrar en el coche. Sus dueños, supongo. Unos amigos que interrumpidos por la pareja, tras charlar de vete a saber qué, se despiden y separan para seguir su camino. Un conocido bar que hace esquina. Un cruce de calles. Unas escaleras. Una fuerte explosión. Silencio. Desconcierto. Coches de policía con mantas. Tarde de lunes. Una mirada atrás. Una mirada sobre tus pasos ya dados. Un coche negro destrozado. Un hombre muerto. Amasijo de hierros. Una mujer herida. Sirenas de ambulancia. Un atentado inútil. Otro más. Gente que llora. Gente que no puede llorar. Dolor. Angustia. Preguntas sin respuesta. Mes de Abril. Un muerto inocente. Otro más. Un niño sin padre. Una mujer sin marido. Una madre sin hijo. Una silla vacía. Un vacío en el alma. Un servidor charló apoyado sobre aquel coche de vete a saber qué, hasta que fue interrumpido por una pareja, aunque curiosamente no se enteró del detalle hasta días después, cuando otro de aquellos amigos de charla se lo comunicó. Una pareja rota por ideas ajenas. Un mal recuerdo que pesa. Un muerto inútil. Otro más. 1991. Mil proyectos rotos. Ilusiones. Amores. Y la vida continúa. Humanos. Civilización. Política. Amonal. Miedo. Metralla. Humillación. Terror. Odio. Tristeza. Muerte. Locura... Un hombre muerto. Otro más...

1 comentario:

cesar fernandez dijo...

Nunca habría que dejar de escribir sobre este tema y de denunciar esta lacra. Es nuestra obligación. Mis felicitaciones por ello.Y por el estilo con el que le das a la tecla. Recibí tu invitación a pasearme por tu mundo azul y aquí estoy.Me mola. Y el texto de los mandamientos muy bueno. Incisivo a tope!! Hay cincuentonas, como esa que te amargaba el cortado "desalircorriendoalbaño", a las que a todos nos habría gustado decirles cuatro cositas. Como la vida misma...Saludos. César Fernández