jueves, 3 de mayo de 2018

Dos partes


Tengo mis dos formas de ser. El niño y el adulto. El niño que que yo quiero ser. El adulto que tengo que aparentar que soy. El niño al que adoro. El adulto al que aborrezco. El niño al que quiero. El adulto al que nunca querré. 

Tengo mis dos sentimientos a flor de piel. La tristeza y la alegría. Una me acompaña por la noche. La otra lo hace por el día. Pero no me preguntes, no sé ordenarlas y encima creo que se han hecho amigas. 

Tengo todo lo que uno puede tener y a la vez no tengo nada. Nada más que todo, que no sé si es poco o es mucho. Que no sé si es todo o no es nada. Que no sé si es bueno o es malo. Que no sé si es niño o es adulto. Que no sé si es tristeza o es alegría. Que no sé si es noche o es día. Que no sé si eres tú o soy yo. Que no sé si es sol o es frío. Que no sé si me quedo y me río o me voy sin decirte ni pio. Que no sé si estoy o no estoy. Que no sé si soy o no soy. Pero tengo mis dos partes. La buena y la mala. Tú coge la que quieras. Yo solo mostraré la que me dé la gana. 



(Salva Belver)

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